Después de 20 días, 50 CTD, más de 5000 muestras y muchos km navegados hemos llegado a Santos. el puerto más grande de suramérica. De momento solo hemos atracado, no hemos bajado así que no os puedo explicar que sensaciones aparecen al pisar tierra.
Es una entrada muy breve, pero esta noche con más tiempo lo compensaré. Una de las cosas más especiales de ésta experiencia es el cielo, cada noche nos deleita con un espectáculo de luces que me dejan boquiabierta.
Las puestas de sol son las más rojizas que recuerdo y la combinación con los tonos azules del mar y del cielo son perfectas. Pero pese a que las puestas de sol son preciosas, hay algo mejor... ¡Los cielos estrellados! Hoy hemos tenido vientos constantes de más de 40 nudos (70km/h), que provocaban un fuerte oleaje que nos venía de popa, lo que hacía que se notara más calmado que otros días pese a ser más fuerte. Desde el interior del barco se veían, por las ventanas, las crestas de las olas y recordaba las típicas estampas de mares bravos que enseñan en los documentales; pero al caer la noche, la cortina de estrellas transmitía una sensación de tranquilidad que te hacía olvidar completamente la brusquedad del mar. Cada noche te transporta a otro mundo, ... la sensación que tienes al ver la vía láctea, ... ¡no tiene palabras! Hemos empezado el día muy tranquilos, pensado que los tres días de tránsito que teníamos por delante nos permitirían recoger el laboratorio con calma. Pero no ha sido así, a medida que avanzaba el día se nos iba acercando una borrasca y era necesario recoger todo el laboratorio rápido para trincarlo (atarlo) y que sobreviva todo el material al temporal de esta noche. La previsión es de olas de más de 5 metros y unos 40 nudos de viento. Esto provoca sentimientos opuestos de los participantes de la campaña; a algunos de ellos les apetece que venga un temporal en condiciones para despedir la campaña, mientras que otros prefieren terminarla con buena mar. Yo no sé lo que vendrá, pero lo que si sé es que estamos navegando más rápido que los días anteriores para intentar evitar que el centro del temporal nos coja de lleno. ¡Creo que nos espera una noche divertida!
Hoy hemos muestreado... ¿el último CTD?
Es una pregunta porque se ve que siempre hay uno más, en la campaña anterior se hicieron tres últimos CTD's; nosotros de momento hemos tenido dos. A eso de las 6 de la tarde hemos muestreado el que tenía que ser el último pero a las 21:15 al ver el perfil del 3er CTD del día en la pantalla del ordenador se nos ha iluminado la cara y los de biogeoquímica hemos decidido muestrear, pero lo mejor eran las razones: - En el canal de Beagel muestreamos 7 CTD's - Para producción hemos cogido tambien 7 - En la región de confluéncia habíamos cogido 13 (nos faltaba uno para hacer un múltiple de 7) - Era el CTD número 34 de la región de confluéncia (3+4=7) * Todo esto son números de biogeoquímica, por la parte física se han muestreado muchos más. Así que para hacer cuadrar que todo coincidiera con el 7 nos hemos visto obligados a muestrear. Todo parece indicar que es cierto que será el último ya que tenemos tres días y medio de tránsito hasta Brasil y tenemos que estar allí el 28 de abril. ¿Se ha terminado el trabajo duro? Los días pasan y ya sin darnos cuenta hoy nos hemos comido la última hamburguesa.
Hay varias cosas que nos indican que la campaña se acaba, como por ejemplo que hemos dedicado todo el día de hoy a recuperar las boyas ARGO que lanzamos durante los primeros días de la campaña. Intentar recuperar las boyas ha sido toda una aventura ya que ellas mandan su posición GPS al barco, pero pese a tener la posición es super difícil de encontrarlas. A eso de las 9 de la mañana hemos llegado a la posición que nos indicaba pero después de 3 horas y 50 ojos mirando por la borda nos hemos dado por vencidos y hemos ido a buscar la segunda. El resultado de la segunda ha sido más exitoso, y sólo hemos tardado 20 minutos en encontrala y recuperarla. Los ánimos estan todos un poco bajos debido a la pérdida de la primera, pero con motivo de Sant Jordi hemos preparado unos marca páginas y unos poemas para amenizar la tarde. Si todo va bien mañana haremos los 4 últimos CTD's.
Dicen que vale más una imágen que mil palabras, así que os dejo un time lapse de cómo muestreamos un CTD.
El plan del día de hoy era mantener el SeaSoar en el agua hasta las 4 de la tarde, pero a eso de las 12, las condiciones meteorológicas han ido cambiando y los chicos de la UTM (Unidad de tecnología marina) nos recomendaban sacar el equipo del agua ya que la maniobra es complicada y no se puede realizar con mala mar.
Hemos ido apurando (quizás un poco demasiado y todo), hasta que a las 1430 hemos decidido sacarlo ya que la cosa estaba empeorando en cuestión de minutos. Durante la maniobra la velocidad del viento era tan alta que el barco no conseguía ponerse en la dirección oportuna para sacar el SeaSoar con seguridad. ¡Pero pese a momentos de angustia lo han conseguido! Han hecho que una maniobra complicadísima pareciera fácil. La idea inicial era seguir muestreando con el CTD durante todo el día para completar la zona que no se ha podido hacer con el SeaSoar, pero debido al viento también se ha anulado. Así que el nuevo plan es ir a recoger las boyas de deriva que lanzamos el 5º día de campaña. Si todo va bien nos encontraremos con ellas mañana a las 9 de la mañana y con un poco de suerte, después de recogerlas podremos empezar a hacer estaciones con CTD. Pero no os aseguro nada, ya que una de las cosas que he aprendido estos días es que la vida da mil vueltas y más cuando estas en un barco y dependes 100% del mar. Apenas quedan 8 días de campaña y la verdad es que estoy encantada.
Al decir que me iba de campaña mucha gente me decía: ¡Ohhhh que guai, llévame contigo! La verdad que es una experiencia espectacular que recomiendo sin dudarlo, pero a la vez es muy duro. Ir de campaña significa trabajar casi 24 horas diarias y con poca libertad de movimiento. Creo que no había tenido tantas ojeras en mi vida, pero a la vez está siendo uno de los momentos más felices! Ayer por la noche no tube tiempo de escribir, pero... ¡no os preocupeis que os hago un pequeño resumen!
Mientras esperábamos a que prepararán el SeaSoar para volver a meterlo en el agua muestreamos 3 CTD; y para no perder la costumbre de estos días, cuantas más muestras tenemos esperando menos funcionan los equipos. El espectrofotómetro decidió no funcionar, al parecer estaba cansado y nos avisaba de que ya llevábamos demasiadas horas y debíamos parar. Así que hasta después de comer no dió tregua y ésto provocó que se acumularán una gran cantidad de muestras que logramos terminar a las 12 de la noche. Por suerte, como está el SeaSoar en el agua, ahora tenemos un día y medio de "descanso", para recuperar horas de sueño, observar los primeros resultados y empezar a describir lo que estamos obteniendo. A ver si con un poco de suerte salimos de aquí con los artículos escritos y casi listos para enviar a las revistas. Ha llegado el momento de hablaros del SeaSoar. Se trata de un CTD ondulante que va atado al barco y va midiendo en continuo. ¿Por qué se llama CTD ondulante? Pues porque baja hasta 350 metros de profundidad y sube hasta la superficie cada 2 km aproximadamente; cómo cuando coges una cuerda por las dos puntas y desde una haces un movimiento brusco hacia arriba y hacia abajo, ¿verdad que se crea una onda? Lo mismo pasa con el SeaSoar.
Os citaré unas cuantas razones:
- No puede estar más de 36 horas, aproximadamente en el agua ya que está sometido a fuertes corrientes y los tornillos se desajustan con facilidad, se tiene que sacar del agua ajustarlo y volverlo a tirar. - El segundo inconveniente es que sólo mide los primeros 400 metros de la columna de agua y ahora mismo estamos en una zona dónde hay más de 3000 metros, de modo que nos perdemos una gran parte. - Otro factor a tener en cuenta es que nos da valores de temperatura, salinidad, presión... Pero no coge muestras de agua, las cuales también nos aportan mucha información que nos ayuda a caracterizar el agua. - El barco no puede navegar a más de 8 nudos mientras el SeaSoar está en el agua y tampoco puede maniobrar ni frenar bruscamente. En el momento que se decide cambiar la velocidad se debe recoger cabo para recuperar el equipo. Así que después de 36 horas de muestreo con el SeaSoar ésta tarde lo hemos recuperado para revisarlo y ponerlo a punto para más adelante, pero mientras no os penséis que tenemos vacaciones... ¡NO, eso nunca pasa en un barco! Mientras el SeaSoar está en cubierta seguimos muestreando con la roseta (la cual ya os he explicado en entradas anteriores), así que nos espera una larga noche en el laboratorio analizando muestras. |
MartaAmante del mar, de la ciencia y del mundo! más... |