¡Ya estamos en el Atlántico!

​Hoy ya hemos salido del canal de Beagel y sin salir a cubierta éramos conscientes de ello, la cosa es que el barco poco a poco se ha ido moviendo más  notando así el oleaje propio de un océano.

A medida que abandonábamos el canal y nos adentrábamos al Atlántico la gente ha ido perdiendo la batalla contra el mareo, por suerte, después de la locura del primer día dónde al final hicimos 14 estaciones de muestreo ahora nos tocan dos días de tránsito (navegación) hasta la primera región de estudio, la corriente de Malvinas. De modo que tenemos dos días para adaptarnos al vaivén constante del barco, que además augura que tendremos mala mar.

Antes de explicaros como es este movimiento constante y adaptarse a vivir a él, os explicaré un poco el plan de estos días.

La idea es avanzar hasta la latitud 45ºS dónde muestrearemos la parte fría del frente. ¿Qué es el frente? El frente es la coalición de dos masas de agua, si habéis leído bien, MASAS DE AGUA; el agua de los mares y océanos del mundo está clasificada en masas de agua a partir de sus características (temperatura, salinidad, densidad, cantidad de oxígeno…) lo que nos permite identificarlas durante nuestro muestreo. En otra entrada os pondré un mapa de masas de agua para que terminéis de entender este concepto.

Imagen de la Región de confluencia de Brasil-Malvinas, en azul tenemos la corriente de Malvinas y en rojo la corriente de Brasil.

En la Región de Confluencia de Brasil-Malvinas (nuestra zona de estudio), chocan la corriente de las Malvinas procedente de la región subpolar antártica (agua fría y poco salada) con la corriente de Brasil, procedente de la región ecuatorial (agua caliente y más salada debido a la evaporación). De modo que primero muestrearemos la parte fría del frente (dentro de dos días aproximadamente), después la zona de choque (Región de Confluencia de Brasil-Malvinas) a la que dedicaremos la mayor parte de la campaña y finalmente la parte cálida, la corriente de Brasil.

Bueno ya basta de explicaciones científicas por hoy. ¡Sé que os intriga saber cómo es esto de vivir en movimiento! Así que no os hago esperar más:

La cosa es que el oleaje no supera los dos metros de altura (eso dicen, ya que visto desde aquí parece mucho más) y todo se mueve. ¿Cómo describir-lo? ¿Sabéis esos ascensores que se mueven tan rápido que cuando aprietas el botón de subir es cómo si el estómago flotara dentro de vuestra barriga? O cuando estas en un avión y debido a las turbulencias el avión cae unos metros y parece que flotes? ¡Pues la sensación es muy parecida a estas situaciones pero cada segundo del día!

Es por eso que todo el material que tenemos en el barco lo tenemos atado con cuerdas, cinta americana o el gran invento del siglo: EL VELCRO. Para que os hagáis una idea: el teclado del ordenador está enganchado con velcro sobre la mesa, en el laboratorio no hay nada que no esté fijado con cuerdas, ... Pero no solo el material sino también a nosotros mismos, por ejemplo las clásicas sillas de ordenador no tienen ruedas para que puedas quedarte estático en frente de él en vez de ir pasillo arriba y pasillo abajo.  y en el comedor las sillas están atadas con cuerdas al suelo para que el movimiento no sea exagerado!
 
Aquí termina mi resumen de hoy.

​¡Buenas noches y buena mar!