Ayer por la noche no tube tiempo de escribir, pero... ¡no os preocupeis que os hago un pequeño resumen!
Mientras esperábamos a que prepararán el SeaSoar para volver a meterlo en el agua muestreamos 3 CTD; y para no perder la costumbre de estos días, cuantas más muestras tenemos esperando menos funcionan los equipos. El espectrofotómetro decidió no funcionar, al parecer estaba cansado y nos avisaba de que ya llevábamos demasiadas horas y debíamos parar. Así que hasta después de comer no dió tregua y ésto provocó que se acumularán una gran cantidad de muestras que logramos terminar a las 12 de la noche. Por suerte, como está el SeaSoar en el agua, ahora tenemos un día y medio de "descanso", para recuperar horas de sueño, observar los primeros resultados y empezar a describir lo que estamos obteniendo. A ver si con un poco de suerte salimos de aquí con los artículos escritos y casi listos para enviar a las revistas. Ha llegado el momento de hablaros del SeaSoar. Se trata de un CTD ondulante que va atado al barco y va midiendo en continuo. ¿Por qué se llama CTD ondulante? Pues porque baja hasta 350 metros de profundidad y sube hasta la superficie cada 2 km aproximadamente; cómo cuando coges una cuerda por las dos puntas y desde una haces un movimiento brusco hacia arriba y hacia abajo, ¿verdad que se crea una onda? Lo mismo pasa con el SeaSoar.
Os citaré unas cuantas razones:
- No puede estar más de 36 horas, aproximadamente en el agua ya que está sometido a fuertes corrientes y los tornillos se desajustan con facilidad, se tiene que sacar del agua ajustarlo y volverlo a tirar. - El segundo inconveniente es que sólo mide los primeros 400 metros de la columna de agua y ahora mismo estamos en una zona dónde hay más de 3000 metros, de modo que nos perdemos una gran parte. - Otro factor a tener en cuenta es que nos da valores de temperatura, salinidad, presión... Pero no coge muestras de agua, las cuales también nos aportan mucha información que nos ayuda a caracterizar el agua. - El barco no puede navegar a más de 8 nudos mientras el SeaSoar está en el agua y tampoco puede maniobrar ni frenar bruscamente. En el momento que se decide cambiar la velocidad se debe recoger cabo para recuperar el equipo. Así que después de 36 horas de muestreo con el SeaSoar ésta tarde lo hemos recuperado para revisarlo y ponerlo a punto para más adelante, pero mientras no os penséis que tenemos vacaciones... ¡NO, eso nunca pasa en un barco! Mientras el SeaSoar está en cubierta seguimos muestreando con la roseta (la cual ya os he explicado en entradas anteriores), así que nos espera una larga noche en el laboratorio analizando muestras. El tiempo en tierra pasa rápido pero en el mar vuela. Nunca sabes en que día de la semana vives, la única referencia que se tiene es que los domingos se desayuna chocolate con churros y se cena hamburguesa. De modo que la gente cuenta las semanas que les quedan de mar contando hamburguesas, para decir que les quedan 5 semanas la frase es: 5 hamburguesas y desembarcamos. Somos totalmente inconscientes del paso de las horas hasta que de repente suena por la megafonía del barco: Tú que dispones de viento y mar, haces la calma, la tempestad. Ten de nosotros Señor, piedad, piedad, Señor, Señor, piedad. Se trata de la oración del ocaso, y suena cada tarde minutos antes de que se ponga el sol.
Nosotros ya llevamos más de una semana en el barco y nos quedan solo 11 días para llegar a São Paulo, estamos en el ecuador de la campaña y las cosas están yendo bastante bien. Después de la mala mar de los primeros días pensábamos que no podríamos trabajar y que no serviría de nada la navegación, pero por suerte no ha sido así y estamos observando cosas super interesantes. Nunca nos hubiésemos imaginado tener tanta suerte y encontrar el frente tan fuerte y tan bien desarrollado. De momento no tenemos quejas y ¡esperamos que el mar nos siga respetando! Os acordáis de los problemas con el espectrofotómetro que os contaba ayer? Pues la cosa fue a más, hasta el punto que no conseguimos analizar las muestras de ayer por la tarde ni los dos CTD siguientes. Se nos acudían miles de posibles causantes de los errores; probamos de desconectar la música pensando que las ondas del sonido eran las causantes, probamos también en desconectar el bluetooth, el wifi, ... vinieron miles de ideas a nuestras mentes, pero la que parecía más creíble era que las vibraciones generadas por uno de los 4 motores del barco era el causante de las interferencias.
Estábamos muy convencidos de ello así que hoy no hemos probado de muestrear hasta que el barco ha parado motores para tirar un perfilador (que mide turbulencia) al agua. Al intentar analizar hemos visto que estábamos equivocados y solo nos quedaba una hipótesis... Que la señal que veíamos en el perfil era la señal del oleaje, ya que llevamos días navegando a través, de babor a estribor, lo que hace que el vaivén sea más marcado. El espectrofotómetro estaba puesto paralelo al oleaje y cada vez que surcábamos una ola, ésta nos dejaba la señal en el análisis. Hemos cambiado la disposición del equipo y en 4 horas hemos medido lo que no hemos podido analizar en dos días. De momento un bache más superado! Hoy ha sido un día caracterizado básicamente por estrés y pocas horas de sueño.
Todo ha empezado a las 4 de la madrugada cuando subía el CTD que debíamos muestrear, teniendo en cuenta que el análisis anterior lo terminamos ayer a las 12... ya os podéis imaginar lo que hemos dormido. Pues lo dicho, a las 4 de la madrugada estábamos esperando ansiosos las muestras del CTD número 9 de la región frontal, sobre las 7 ya estaban todas en el laboratorio listas para ser analizadas. Aquí es cuando ha empezado todo, el espectrofotómetro (lo usamos para medir la absorbancia de la materia orgánica disuelta coloreada) ha decidido no funcionar y hasta las 11 horas no ha colaborado. Así que si hacemos un pequeño recuento hemos estado mirando una pantalla que nos mostraba perfiles erróneos uno detrás de otro durante 4 horas. De modo que nos hemos retrasado mucho en el análisis y hasta las 5 de la tarde no hemos terminado de procesar las muestras del CTD de las 4 de la madrugada... ¡ Imaginaros que desesperación! De 5 a 6 hemos descansado para coger fuerzas para el CTD de las 7, el cuál nos tendrá gran parte de la noche en el laboratorio. Pero sabéis que es lo mejor? las estaciones ahora están más juntas así que cada dos horas aproximadamente tendremos una nueva estación, lo que hará que se vayan acumulando muestras y lo más seguro es que estemos hasta mañana por la tarde analizando. Así que sumamos un día más en un barco sin ver el mar! El objetivo de hoy era encontrar la región frontal entre las aguas procedentes de la corriente de Brasil y las aguas de la corriente de Malvinas. Os puedo asegurar que lo hemos logrado, y el cómo es todo una aventura. Hace días que mantenemos un debate sobre la fiabilidad de los modelos que simulan la situación oceánica. Yo soy más partidaria de usar datos satélite siempre que las nubes lo permitan. Estos días ya sea por nubes o por criterio se han estado usando los datos de los modelos. Hasta el punto que cuando el instrumento que mide en continuo (termosalinómetro) nos indicaba que estábamos en el frente cálido preferían pensar que era un remolino. De modo que al llegar al punto de muestreo (valores máximos de salinidad y temperatura hasta el momento) incluso hemos hecho apuestas a ver que teoría era la correcta. Ha sido un momento super emocionante y al final gracias al perfil vertical del CTD y los datos satélite de última hora los ganadores han sido los que defendían la idea del frente. Que de repente algo que creías que debía comportarse de un modo se comporta de otro y todos tienen que dejar ir su imaginación para buscar la justificación del suceso ... no tiene palabras, ¡es espectacular! Para acompañar el momento nos han venido a visitar alrededor de 100 delfines y se han quedado jugando un rato en las aguas que nos rodean. Días como hoy dan significado a las campañas oceanográficas.
¡Por fin el mar ha sido benévolo con nosotros y nos ha permitido trabajar! A las 8 de la mañana hemos lanzado el primer CTD al agua y le han seguido 4 más. El otro día ya os expliqué lo que era un CTD y una botella Niskin, pues hoy toca saber que hacemos con ellos. Todo empieza al llegar al punto de interés, cuando las coordenadas son las deseadas el barco intenta mantenerse encima de ese punto y empezamos a largar (tirar al agua) la roseta y el CTD, durante el descenso las botellas están abiertas ya que si estuvieran cerradas la presión del agua las rompería.
Con el CTD en superficie es cuando empieza el trabajo duro, en superficie le esperan 7 personas para vaciar lo antes posible las botellas y no se contamine el agua recogida. Se miden una gran cantidad de variables, como por ejemplo: alcalinidad, nutrientes, carbono, oxígeno, etc.
Ésta parte es divertida, pero para poder llevarla a cabo necesitamos que todo los depósitos que recogerán el agua estén limpios, todos los tubos, botes, botellas, garrafas tienen que haberse bañado inicialmente con ácido clorhídrico (concentración 1%), después enjuagadas tres veces con agua miliQ (agua ultrapura, filtrada y purificada por ósmosis inversa), finalmente secadas y etiquetadas Así que haciendo un cálculo rápido, con dos días de muestreo ya hemos limpiado-secado-etiquetado 1300 tubos y unas 1000 botellas. ¡Así que el objetivo para la próxima campaña es diseñar una máquina que lave, seque y etiquete automàticamente! Hoy teníamos que empezar a muestrear, pero no ha podido ser …Sí que es verdad que a lo largo del día el mar se ha calmado y el barco no se mueve tanto, pero arrastramos mar de fondo que nos ha obligado a descansar un día más. Todo indica que la situación de mañana nos permitirá trabajar y la verdad es que ojalá sea así, ya que empezamos a estar cerca de la región frontal y hemos perdido un día entero de muestreo que ya no recuperaremos. Esto provoca nervios y tensión en el equipo porque los días van pasando y el tiempo se nos tira encima, somos conscientes que es una región con constantes temporales que dificultan las labores pero todos deseamos que la suerte esté de nuestra parte y podamos arrancar el muestreo.
De todos modos el día de hoy ha sido provechoso ya que hemos atravesado con el barco un remolino de agua cálida procedente de la corriente de Brasil, lo que significa que estamos cerca de la región de estudio y que ésta tiene estructuras que nos resultarán muy interesantes durante el análisis de los datos. Tenemos con nosotros a Belén, profesora de la Universidad Complutense que ha venido como invitada a la campaña. Ha encontrado una relación preciosa entre la situación del frente y el clima, que si seguimos trabajando puede significar un artículo novedoso que marcará un antes y un después en el estudio de esta región. Hoy he entendido porque el otro día con dos metros de olas decían que no había casi nada. El día de hoy ha sido muy tranquilo en cuanto a trabajo, incluso demasiado. No teníamos tareas asignadas, simplemente era día de navegación que podíamos aprovechar para leer, escribir, ir al gimnasio, salir a cubierta o avanzar trabajo de cara a mañana que ya empieza lo bueno.
De modo que lo hemos aprovechado por darnos una vuelta por el barco, visitar las diferentes cubiertas y descansar. A eso de media mañana en una de las cubiertas nos hemos encontrado a un petrel (Ave marina) con una pata rota que debe haber chocado contra el buque, hemos avisado al enfermero del barco, el cual ha avisado a un marinero que siempre que se encuentran un ave (que parece ser a menudo) la alimenta hasta que está recuperada o llegamos a costa. Pasada la aventura del petrel nos hemos quedado en cubierta admirando el tamaño de las olas, que ha media mañana ya superaban los 3 metros, por suerte venían de popa (parte trasera del barco), así que parecía que surfeábamos. A la hora de comer ya era bastante imposible mantenerse junto a la mesa, pero el momento clave ha llegado a media tarde, cuando se nos ha prohibido salir a cubierta debido al temporal. No sé con exactitud el ángulo de inclinación del barco cuando pasamos las olas (de más de 5 metros) pero estoy segura que llega a superar los 15º. ¡ Imaginaros si se inclina que para cenar nos han traído bocadillos ya que no les ha sido posible cocinar ! El plan era llegar a la región de estudio sobre las 4 de la madrugada (dentro de 7 horas) pero dicen que la cosa va a ir a peor y no podremos muestrear, así que han decidido disminuir la velocidad de navegación para retrasar la llegada a las 9h aprox y a ver si con suerte el temporal ha calmado un poco. Los aparatos de muestreo se pueden lanzar con oleaje máximo de 3 metros y velocidad del viento de 25 nudos como valores aproximados; y ahora mismo tenemos 4.5 metros de ola y 27 nudos de viento así que tiene que calmarse mucho para poder trabajar. Seguimos sin muestrear pero eso no significa descansar, ha sido un no parar; reunión a las 9, a las 10:30, a las 14:30, a las 18:30,... Parece imposible estar dentro de un barco y no ver el mar, pero hoy lo hemos logrado. Entre reunión y reunión me han hecho una clase exprés de medición con el espectrofotómetro, me ha gustado mucho ya que me ha recordado las clases de química orgánica de la carrera. Los pasos son muy sencillos pero se debe ser muy meticuloso con el método para no contaminar las muestras, otro día con más internet os lo explicaré con detalle. Se que lo que os interesa es la vida a bordo así que aquí cuatro líneas; al despertarnos el mar seguía muy movido y parecía que la cosa iba a ir a peor, pero por suerte no ha sido así; sigue habiendo vaivén pero se puede andar por los pasillos sin ayudarse de las paredes. Ésto ha permitido que la gente haga mejor cara, los mareos han disminuido y el jetlag casi desaparecido. Tenemos una vista privilegiada de 360º de agua, no se divisa tierra ni en el lejano horizonte. Es solo la tercera luna en el mar y ya nos empieza a pasar que no sabemos en que día vivimos. ¡IMAGINAROS CUANDO LLEVEMOS DOS SEMANAS!
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MartaAmante del mar, de la ciencia y del mundo! más... |